No lo creerás, pero es así

Posicionarte como profesional en comunicación o audiovisuales

Álvaro RPérez

1/20/20203 min leer

aerial photography of vehicles passing between high rise buildings
aerial photography of vehicles passing between high rise buildings

Hola soy Álvaro, tengo cuatro títulos, casi 30 años y formo parte de esa sociedad saturada de mensajes publicitarios y contenido audiovisual. No llego a millenial, aunque soy de la generación del 90 con sus cintas en VHS y los móviles Nokia 3210.

El primer año, cuando llegué con una mochila cargada de ilusiones para empezar a estudiar Realización de Audiovisuales y Espectáculos, me encontré con un profesor que nos dio una sobredosis de realidad cuando nos dijo: "que sepáis que en este mundillo, no hay trabajo ni salida". Nos quedamos todo el mundo con cara de poker. No había llegado Netflix a España y comenzaban los despidos masivos a causa de la crisis.

Empecé a trabajar en una televisión local de reportero y de colaborador en plató. Estaba feliz. Estaba en una burbuja que era historia de España. Era la primera televisión local de España. Allí iba, en su época, artistas de la talla de Alejandro Sanz a promocionarse o era donde empezó su trayectoria profesional, por ejemplo, Toñi Moreno.

Era un proyecto interesante y una buena oportunidad para desarrollarme profesionalmente. Habían empezado a llamar los anunciantes a la puerta, aunque eran insuficientes para mantener al equipo. Así que habría que encontrar más.

Ahí es cuando surgió la pregunta que cambiaría el rumbo de mi vida: "¿cómo consigo atraer grandes anunciantes a una tele local?".

En los próximos años, comencé a estudiar Publicidad y RRPP. Cada año estudiábamos y analizábamos campañas de Ikea, Coca Cola o BMW. Mientras, cada verano, iba trabajando para acercarme a la realidad del mercado laboral y tuve suerte. Pude desempeñar funciones en el área de comunicación a la vez que coordinaba el tema audiovisual cuando hacía falta.

Mi sueño era, durante diez años, irme a Madrid. Después de colocarme el destino en Cataluña, era el momento. Momento también de encontrarme con la realidad que aquel día nos contó aquel profesor cuando estudiaba audiovisuales.

Netflix ha llegado a España y está asentado. Las producciones audiovisuales españolas son referentes a nivel mundial. España vive, audiovisualmente hablando, una época de gloria.

Cada vez hay más anunciantes, las empresas valoran más la comunicación, pero, la realidad es que aunque aspires a trabajar de becario en una agencia de comunicación, no podrás porque te pedirán los mismos años de experiencia, o más, del tiempo que has estado invirtiendo en formación (además de tener siete idiomas). Y ya si aspiras a ser auxiliar de producción, olvídate. Te hará falta un padrino con MAYÚSCULAS.

Frente a este tipo de situaciones donde, un poco por culpa de la protección de datos, no aceptan CV en mano las empresas, ¿qué podemos hacer las nuevas generaciones?

Después de reflexionar, investigar y hablar con compañeros en la misma situación, hay solo dos caminos: Tienes / haces contactos o Compras los contactos.

En el primer caso, no habrá problema. Tu CV se saltará cualquier protección de datos para derivar a contratarte y ser alguien más del equipo.

En el segundo caso, si eres como yo, búscate un trabajo. De cualquier cosa, aunque sí es relacionado con lo tuyo mejor. Trabaja duro y ve ahorrando para pagarte cursos mientras le pisas los talones a tu yo del futuro. Ese yo con el que soñabas cuando te preguntaban qué querías ser de mayor. Eso sí, que tengan prácticas remuneradas. Así aprendes cosas nuevas y pagas para conocer gente o para que te coloquen.

Finalmente y con suerte, mientras trabajas duro, algún día conozcas a alguien que te sirva como contacto para comenzar a vivir como soñaste en el pasado. Porque no es lo mismo estar en alguna parte de Andalucía con un 50% de paro, que trabajando, cotizando y haciéndote un hueco en la capital. De Madrid al Cielo.